martes, 25 de septiembre de 2007
RUINAS DE TAK’ALIK AB’AJ (Retalhuleu)
Tiene cinco remodelaciones de barro y tres con revestimiento de piedra. En la etapa inicial, la plataforma escalonada era sencilla y carecía de piedras mientras que en la sexta remodelación no solamente tenía revestimiento de piedra, sino que también la fachada lucía una gran escalinata. Las esquinas de este edificio son abiertas y escalonadas (esquinas arremetidas), mientras que los cuatro taludes (muros de piedra inclinados) en cada lado de la base de esta estructura, le dan solidez a la misma. Esta estructura en su lado oeste cuenta con siete monumentos esculpidos en estilo: maya, olmeca y representaciones de animales. La arqueóloga Suzanne Miles en 1965 bautizó el sitio con el nombre de Abaj Takalik, pero la manera correcta de escribir el nombre en idioma k’iche’ es Tak’alik Ab’aj que significa piedra parada. Debido a su posición estratégica en el paso natural entre el altiplano y la franja de la boca costa suroccidental, Tak’alik Ab’aj emergió como un poderoso centro cosmopolita que controlaba, entre otros, la producción del cacao. El núcleo urbano de esta antigua ciudad alcanzó una extensión de 6.5 kilómetros cuadrados. Las fuentes etnohistóricas mencionan que durante la última parte del Postclásico (900-1524 d.C.), la región entre los ríos Ocós y Nahualate fue sometida por el reino k’iche’ debido a estos apreciados cultivos de cacao.
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