CATEDRAL METROPOLITANA
Como la misma ciudad de Guatemala, fundada el 27 de julio de 1524, también la Iglesia Catedral conoció varios traslados y reconstrucciones.Para 1527 se ubicaba en el valle de Almolonga, donde hoy está San Miguel Escobar, donde se edificó un templo dedicado al señor Santiago, a quien tomaron como “patrón y abogado”. Ya para 1536-37, la modesta iglesia mayor de Santiago se convierte en Catedral por la designación del primer obispo de Guatemala. Ya para 1539, el propio obispo Marroquín escribe: “procuré hacer un templo el mejor que yo pudiese… está edificada la casa, retablo, coro, rejas, campanas, ornamentos, cruces de plata y cálices, lámpara...”. Esta Catedral duró poco en Almolonga, pues un deslave destruyó la ciudad la noche del 10 al 11 de septiembre de 1541. La Catedral sufrió pocos daños, pero inmediatamente se decidió el traslado de la ciudad al valle de Panchoy.
El diseño de la segunda Catedral estuvo a cargo del cantero Rodrigo Martínez Garnica, quien es contratado para construirla en 1542. Desarrollando un diseño que sigue el modelo catedralicio español, tenía nave central, dos laterales, dos de capillas, y coro situado en el tercero y cuarto tramos de la nave central para formar un eje con el altar mayor.
En 1543 se realiza el traslado a esta nueva Iglesia, el día de la celebración de Corpus Christi, pues previamente funcionaba en lo que hoy es la Ermita de Santa Lucía. Pronto se señalan reformas al proyecto original. El obispo Marroquín se preocupa y trabaja en la construcción pero muere en 1563 sin ver concluida la obra. Aunque los trabajos son lentos, se continúan las mejoras y la construcción de sus capillas. En octubre de 1620 se termina la capilla de la Virgen del Socorro; la del Sagrario, iniciada en 1638, se inaugura el 9 de septiembre de 1659. Poco a poco van surgiendo las demás.
En 1617 se acuerda que el gran escultor Quirio Cataño concluya el altar mayor de madera iniciado por Pedro Brizuela. En 1659 se construye una nueva capilla y bóveda para el altar del Cristo de los Reyes, lo cual va mostrando la necesidad de hacer cambios más profundos al templo que, hasta ese momento, tenía un techo de madera y tejas. Llego, entonces, el momento de decidir la demolición de este templo y construir otro, mejor diseñado y realizado. Esta decisión fue tomada en 1667 por el Ilmo. Dn. Juan de Santo Mathía Sáenz de Mañosca y Murillo, iniciándose la demolición en 1679 y prolongándose hasta 1671.
Como la misma ciudad de Guatemala, fundada el 27 de julio de 1524, también la Iglesia Catedral conoció varios traslados y reconstrucciones.Para 1527 se ubicaba en el valle de Almolonga, donde hoy está San Miguel Escobar, donde se edificó un templo dedicado al señor Santiago, a quien tomaron como “patrón y abogado”. Ya para 1536-37, la modesta iglesia mayor de Santiago se convierte en Catedral por la designación del primer obispo de Guatemala. Ya para 1539, el propio obispo Marroquín escribe: “procuré hacer un templo el mejor que yo pudiese… está edificada la casa, retablo, coro, rejas, campanas, ornamentos, cruces de plata y cálices, lámpara...”. Esta Catedral duró poco en Almolonga, pues un deslave destruyó la ciudad la noche del 10 al 11 de septiembre de 1541. La Catedral sufrió pocos daños, pero inmediatamente se decidió el traslado de la ciudad al valle de Panchoy.
El diseño de la segunda Catedral estuvo a cargo del cantero Rodrigo Martínez Garnica, quien es contratado para construirla en 1542. Desarrollando un diseño que sigue el modelo catedralicio español, tenía nave central, dos laterales, dos de capillas, y coro situado en el tercero y cuarto tramos de la nave central para formar un eje con el altar mayor.
En 1543 se realiza el traslado a esta nueva Iglesia, el día de la celebración de Corpus Christi, pues previamente funcionaba en lo que hoy es la Ermita de Santa Lucía. Pronto se señalan reformas al proyecto original. El obispo Marroquín se preocupa y trabaja en la construcción pero muere en 1563 sin ver concluida la obra. Aunque los trabajos son lentos, se continúan las mejoras y la construcción de sus capillas. En octubre de 1620 se termina la capilla de la Virgen del Socorro; la del Sagrario, iniciada en 1638, se inaugura el 9 de septiembre de 1659. Poco a poco van surgiendo las demás.
En 1617 se acuerda que el gran escultor Quirio Cataño concluya el altar mayor de madera iniciado por Pedro Brizuela. En 1659 se construye una nueva capilla y bóveda para el altar del Cristo de los Reyes, lo cual va mostrando la necesidad de hacer cambios más profundos al templo que, hasta ese momento, tenía un techo de madera y tejas. Llego, entonces, el momento de decidir la demolición de este templo y construir otro, mejor diseñado y realizado. Esta decisión fue tomada en 1667 por el Ilmo. Dn. Juan de Santo Mathía Sáenz de Mañosca y Murillo, iniciándose la demolición en 1679 y prolongándose hasta 1671.
EL CONGRESO DE LA REPÚBLICA
La edificación del actual Congreso de la República de Guatemala, posee una larga e interesante historia que hunde sus raíces en la célebre Sociedad Económica de Amigos del País, la que ocupó, exactamente, el espacio físico en que hoy se levanta el Congreso de la República.
La Sociedad Económica de Amigos del País fue fundada a finales del siglo dieciocho, propiamente en el año de 1.794. Durante su existencia, esta Sociedad funcionó en la novena avenida sur, en un edificio cuya estructura arquitectónica era primordialmente neoclásica, aunque con ciertos elementos del estilo ultrabarroco, resabio del asiento del Reino de Guatemala, en lo que hoy es la Ciudad de Antigua Guatemala.
El edificio de la Sociedad Económica de Amigos del País era sobrio. La construcción, aunque neoclásica, era masiva, con una torre baja y muros gruesos. La reciente y devastadora experiencia de un movimiento telúrico de la magnitud de los terremotos de Santa Marta, en la Antigua Guatemala, en 1.773 justifica en el inmueble de la Sociedad, la utilización de techumbre de teja y los consabidos alfarjes y artesonados; sin embargo, la ornamentación arquitectónica siguió utilizando arcos de medio punto, cañones corridos y cúpulas de media naranja, prevaleciendo la magnificencia sin ostentación de las construcciones antigüeñas.
Transcurrido el tiempo y en la tercera década del siglo veinte, la Sociedad Económica de Amigos del País fue trasladada a otro inmueble capitalino y, el entonces Presidente de la República, General de División Jorge Ubico Castañeda, ordenó la demolición del vetusto y dañado edificio de la Sociedad para construir en ese terreno urbano el Palacio de la Asamblea Legislativa.
La edificación del actual Congreso de la República de Guatemala, posee una larga e interesante historia que hunde sus raíces en la célebre Sociedad Económica de Amigos del País, la que ocupó, exactamente, el espacio físico en que hoy se levanta el Congreso de la República.
La Sociedad Económica de Amigos del País fue fundada a finales del siglo dieciocho, propiamente en el año de 1.794. Durante su existencia, esta Sociedad funcionó en la novena avenida sur, en un edificio cuya estructura arquitectónica era primordialmente neoclásica, aunque con ciertos elementos del estilo ultrabarroco, resabio del asiento del Reino de Guatemala, en lo que hoy es la Ciudad de Antigua Guatemala.
El edificio de la Sociedad Económica de Amigos del País era sobrio. La construcción, aunque neoclásica, era masiva, con una torre baja y muros gruesos. La reciente y devastadora experiencia de un movimiento telúrico de la magnitud de los terremotos de Santa Marta, en la Antigua Guatemala, en 1.773 justifica en el inmueble de la Sociedad, la utilización de techumbre de teja y los consabidos alfarjes y artesonados; sin embargo, la ornamentación arquitectónica siguió utilizando arcos de medio punto, cañones corridos y cúpulas de media naranja, prevaleciendo la magnificencia sin ostentación de las construcciones antigüeñas.
Transcurrido el tiempo y en la tercera década del siglo veinte, la Sociedad Económica de Amigos del País fue trasladada a otro inmueble capitalino y, el entonces Presidente de la República, General de División Jorge Ubico Castañeda, ordenó la demolición del vetusto y dañado edificio de la Sociedad para construir en ese terreno urbano el Palacio de la Asamblea Legislativa.
EL PALACIO NACIONAL
Durante el mandato del general Jorge Ubico se inició la construcción del Palacio Nacional, obra que fue concluida dentro del período presidencial de dicho mandatario. Se comenzó a construir en enero de 1939 y se concluyó en noviembre de 1943, inaugurándose el 10 de ese mes, fecha del cumpleaños de Ubico.
El costo total de su contrucción fue de dos millones ochocientos mil quetzales, y debido a la crisis que afrontaba el país en ese tiempo y sumando el gasto que esta obra provocó, hubo de emplearse material cien por ciento guatemalteco.
Entre los guatemaltecos que participaron en esta obra están: Rodolfo Galeotti Torres, Roberto González Goyri, Nicolás Espósito, Guillermo Grajeda Mena, Alfredo Gálvez Suárez, Carlos Rigalt Anguiano y Julio Urruela Vásquez, entre otros.
En cuanto al estilo arquitectónico del Palacio Nacional, algunos expertos aseguran que su estilo pertenece al "Barroco Español", y otros lo sitúan como "Renacimiento Español", pero por su diseño original se ha preferido definirlo como "Renacimiento Hispano-Guatemalteco".
No cabe duda que el Palacio Nacional es motivo de orgullo para todos los guatemaltecos pese a su gran valor histórico, todavía en la actualidad se ven partes en su exterior que han sido reconstruidas por las marcas que ha dejado el tiempo y por los ataques que ha recibido. En tiempos de la caída del gobierno de Arbenz, recibió varios impactos como consecuencia de atentados a dicho gobierno.
El general Jorge Ubico estuvo escasos ocho meses en el Palacio, antes de la caída de su gobierno.
El costo total de su contrucción fue de dos millones ochocientos mil quetzales, y debido a la crisis que afrontaba el país en ese tiempo y sumando el gasto que esta obra provocó, hubo de emplearse material cien por ciento guatemalteco.
Entre los guatemaltecos que participaron en esta obra están: Rodolfo Galeotti Torres, Roberto González Goyri, Nicolás Espósito, Guillermo Grajeda Mena, Alfredo Gálvez Suárez, Carlos Rigalt Anguiano y Julio Urruela Vásquez, entre otros.
En cuanto al estilo arquitectónico del Palacio Nacional, algunos expertos aseguran que su estilo pertenece al "Barroco Español", y otros lo sitúan como "Renacimiento Español", pero por su diseño original se ha preferido definirlo como "Renacimiento Hispano-Guatemalteco".
No cabe duda que el Palacio Nacional es motivo de orgullo para todos los guatemaltecos pese a su gran valor histórico, todavía en la actualidad se ven partes en su exterior que han sido reconstruidas por las marcas que ha dejado el tiempo y por los ataques que ha recibido. En tiempos de la caída del gobierno de Arbenz, recibió varios impactos como consecuencia de atentados a dicho gobierno.
El general Jorge Ubico estuvo escasos ocho meses en el Palacio, antes de la caída de su gobierno.
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